miércoles, 14 de octubre de 2020

RESEÑA DEL LIBRO: El peligro de la historia única. Chimamanda Ngozi Adichie (1977- )


“Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla.” 

El peligro de la historia única, Chimamanda Ngozi Adichie.

  No siempre comemos paella o jamón serrano y muchos rechazamos la fiesta nacional. La mayoría tampoco nos pasamos el rato bailando sobre un tablao, ni tampoco jaleamos todo el tiempo con olé. Si alguien ajeno a la cultura española nos comentase que al conocer nuestro país se extrañó porque todos estos tópicos los pudo observar mínimamente, nos sorprendería la visión tan simple que tenía de España. Desde esta perspectiva reduccionista, ni siquiera se tienen en cuenta las diferencias notables entre las diferentes regiones españolas. Bien, pues en general, esto mismo nos ocurre a nosotros en relación a otras culturas, ya sean próximas geográficamente o más exóticas. Coincidimos con la mayoría de europeos en considerar a África como un continente atrasado, con costumbres primitivas. Algunos incluso creen que África es un único país. Confiamos en que los africanos son gente desinteresada en las producciones culturales como el cine o la literatura. Nos los imaginamos preocupados por cubrir las necesidades básicas como alimentarse o realizando antiquísimos rituales al son de los tambores para atraer la lluvia que acabe con la sequía. En los casos más extremos, creemos que en menor o mayor medida, los africanos son antropófagos y aquellos que no lo son, es debido al proceso de culturización al que les ha sometido el “generoso pueblo blanco”.


  He dedicado esta breve reseña al librito de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adiche. Empleo el diminutivo de libro, no porque lo considere una obra menor, sino porque en pocas palabras (alrededor de unas 24 páginas en formato de bolsillo), pero muy bien expresadas, la autora africana nos da una lección de autorreflexión. No solo es consciente de la historia única que tienen de África y de los africanos aquellos que no la conocen, sino que también es capaz de reconocer ese discurso único sobre los pobres y los escritores que tenía ella misma. Así, nos advierte del peligro que supone creer en un discurso unilateral sobre las culturas, las personas, las actividades artísticas..., ya que las costumbres se hacen hábitos, o leyes, como dice el refrán, por lo que resultan muy difíciles de cambiar cuando ya están establecidas. Cuando logramos zafarnos de ese único discurso limitante, se produce una especie de milagro, nos explica Chimamanda, una apertura de perspectivas que amplían el horizonte vital, como diría Ortega y Gasset. 


  También es cierto que existen intereses en que se perpetúen estas historias únicas. En este sentido, ya lo apuntó el filósofo Walter Benjamín cuando señaló que la historia está escrita por los vencedores. De este modo, se dejan de lado las demás historias; son los relatos secundarios, considerados menos válidos y que han resultado invisibles en el peor de los casos. Según Benjamin, hay que redimir a los “perdedores” de la historia de la humanidad. Reescribir esas historias escondidas y marginales, sacarlas a la luz. Esas historias únicas existen desde siempre. La democracia solo existía en la Antigua Grecia para los varones griegos. A los metecos, a los esclavos y a las mujeres no se les permitía participar en la vida política. En la actualidad, bien parece que estas historias unívocas, que solo tienen una versión de los hechos, se esfuerzan en dividirnos para vencernos. ¿Acaso todos los hombres ejercen la violencia de género y son potenciales violadores? ¿No es cierto que les ahorramos trabajo cuando permitimos que nos clasifiquen como “buenos" o “malos” ciudadanos en función de las prácticas sociales impuestas en esta “nueva anormalidad”?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

RUTA FILOSÓFICA EN MÁLAGA: Baltasar Gracián, el mago jesuita.

-RUTA FILOSÓFICA EN MÁLAGA. BALTASAR GRACIÁN, EL MAGO JESUITA- Abracadabra, ¡abrid sus páginas! Baltasar recibió ese nombre porque su fech...